Sitios de antaño

A veces hemos ocupado sitios en el mundo en otros brazos, que, por pretéritos, recordamos con dulzura, y evocamos otra vez la pasión que otrora se nos antojaba sería infinita, y que hoy son el sedimento en nuestra memoria de bellas notas de papel que fueron escritas en aquel momento.

Cartas de adolescente, notitas furtivas describiendo las sensaciones recién descubiertas en la efervescencia del camino hacia la edad adulta... 

Esos que nos han acompañado en nuestro viaje por la sensualidad, el erotismo, el morbo, el despertar al sexo, el despertar al amor, que protagonizaron tantas "primeras veces" como rincones tiene la piel por explorar... Todos esos sedimentos de la memoria afloran de cuando en vez, en forma de cartas rescatadas del olvido: 

Me equivoqué de día, de tanto pensar en él...

Rechacé toda oferta, limpié la casa, fui a la compra para dos, sin saber el día exacto, y me perdí, y perdí lo que tenía, de salir con x o y, de estar en random lugar... 

Soy tonto, creí que era ahora cuando abarcaría con mis manos, más ásperas de lo normal, toda tu espalda, cuando estarías encima de mí, siendo uno, cuando me encontraría en el punto del que no querría partir jamás...

Toda la semana destrozándome las manos, con el amoniaco en el ambiente, con una mente que solo sacaba a relucir esa instantánea donde tus caderas son parte de mis manos, donde los dos somos uno, ese lugar que añoro desde antes de conocer...

Perro viejo, aun antes de llegar a la treintena, perro que añora, que vive en melancolía, morriña como se llama aquí,  un perro que sueña y pasa el día a día en lo que tiene al alcance, añorando tiempos mejores, soñando con la estación de la esperanza cerrando los ojos y negando que esa vía del tren esta cortada desde hace mil años...

Y de verdad que creí que hoy te comería la boca subiendo en el ascensor y serías mía, plenamente mía, en el momento que el animal desata todas sus ganas de... 


Y no pasa nada; me fui al bar después de preparar todo, me bebí dos jarras esperando, deseando que quizá  sí era hoy el día y, me volví a casa, y todo se evapora, todo menos mis ganas de tí, de lo mismo que llevo soñando desde hace tantos años, de comerte en este sofá de piso de hombre solitario, de ponerte sobre mí, desnudándote, de agarrarte la cintura y ver como se mueven esas caderas, de hacernos uno, de morirnos de placer, de llevarte a mi cama en brazos, de pasar la noche juntos, de despertar juntos y ese primer beso de saliva reseca, de perderme entre las sabanas una vez más contigo, sólo una vez más,  de morirme en tu calor mientras tu sensualidad hace que yo me parezca a una estrella blanca...


Y no, no fue hoy, y ahora doy eses, y cocinaré para uno, y me quedo solo y me duelen las manos, pero no importa, sólo una semana más en la que soñaré contigo, en la que estaré haciéndote el amor en el sofá mientras la tele da destellos de luz a una habitación oscura, radiante de energía... un momento único pensado desde hace demasiado tiempo, demasiado para lo que llevo aguardando...


Y te deseo, y mi lengua recorrerá tu cuerpo entero y siento la necesidad de verte temblar, y de escucharte gemir, y de saber que soy lo que necesitas, y... y... Porque tú ya sabes que eres lo que yo quiero, mi espíritu libre, alguien que alguna vez, hace ya mucho, compartió un trozo de su vida conmigo, pura feminidad, las curvas que comería para desayuno, comida y cena, que mordería suavemente, hasta el fin de mis días, mi boquita de fresa, la mujer a la que añoro....


Voy a terminar de alcoholizarme, voy a hacerme la cena para uno, no iré al sofá para no recordar que quería hacértelo ahí, llevarte con mis manos a mi boca, moverte al ritmo de los dos.... y mañana me iré a pescar, que ya sólo busco pasatiempos de solitario, pero sabes? Lo que yo quería era despertarme a tu lado y volver a hacértelo... una.. otra.... y otra vez... como cuando fuiste mía, mi eterna adolescente boquita de fresa. 

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Bendita adolescencia que dejó criaturas recién nacidas al sexo, que hoy son adultos que nos embriagan con sus evocaciones, y nos rescatan del tedio del mundo...

Gracias a tí, mi buen recuerdo.